“No solo estuvieron las mujeres en el escenario sino que también en los juegos de riendas y el mangrullo” señaló el Intendente.  

Versos y coplas en voces femeninas

El escenario recibió por primera vez, tres voces femeninas que acompañaron a Pablo Markocich en la conducción. Jésica Roth, Dana Olivera Taleb y Claudia García, fueron las anfitrionas de esta edición.

Cada una con un estilo diferente pero con la convicción y el respeto por el escenario que lleva el nombre de un hijo de Diamante, Don Carlos Santa María, demostraron que la imagen de mujer puede engalanar las noches festivaleras.

Para Jesica Roth haber conducido el Festival: “Fue muy movilizante, en lo emocional pero también en lo profesional, teniendo en cuenta quienes pasaron por este escenario, como Mario Alarcón Muñiz, Manuel Lazo y un gran compañero como es Pablo Marcochich” señaló.

Haciendo referencia a Markocich dijo: “Fue un placer enorme trabajar con él, una persona que no tiene egoísmos al momento de tratar de enseñar, de compartir experiencia, ha sido sumamente positivo en ese aspecto. Ni hablar del hecho de pisar el escenario Carlos Santa María y de disfrutar de un Festival de tanta magnitud, con mucho sentimiento para los entrerrianos y que de chica lo veía desde la tribuna”.

Destacó la posibilidad que dio la Municipalidad este año a todas las mujeres, resaltando la figura en el escenario, también en el campo Lisardo Gieco. “Esto fue sumamente positivo ya que merecemos este espacio y somos capaces como los hombres de esto y mucho más” concluyó.

“Fue un orgullo para mí tener el voto de confianza del Intendente hacia mi persona, teniendo en cuenta que yo soy parte de su equipo” expresó Dana Olivera Taleb, además agregó: “Pero no puedo no emocionarme al sentir que fui parte de este escenario que ha recibido a lo largo del tiempo tantas figuras de la escena del folclore nacional”.

“Desde mi lugar de diamantina, la experiencia fue muy fuerte, los nervios previos, la incertidumbre y por qué no, el miedo de no estar a la altura de mi pueblo, fueron algunas de las emociones que despertó en mí, tomar la decisión de aceptar la propuesta” relató la periodista.

Para Claudia García, la experiencia de estar en el Festival de Jineteada y Folclore ha sido maravillosa, “porque es un mojón en la provincia y el país, de mostrar lo que realmente son nuestros jinetes y jurados, caballos desde aquí desde Entre Ríos. Es uno de los festivales que va marcando el rumbo, que durante 46 años no ha desaparecido, ha dejado en claro que seguimos tradiciones y que seguimos cultivando las raíces de la patria”.

“Estar sobre el escenario presentando a mucho de los músicos que han pasado durante estas dos jornadas, fue una experiencia muy positiva porque la mujer tuvo mucho que ver en la creación folclórica, por ahí en los escenarios entrerrianos sobre todo muy marcada la presencia de hombres y de a poquito vamos las mujeres haciendo un camino propio y nuevo, porque los caminos de los hombres ya están marcados y tenemos grandes referentes que han hecho grandes cosas en los escenarios y nosotras tenemos que buscar nuestro camino también” expresó.

“La idea no es copiar sino tratar de hacer una propia autoría, una propia forma de representación de la mujer en los escenarios entrerrianos y los escenarios del país” finalizó.

Mujeres de a caballo

Cuatro mujeres entrerrianas tuvieron participación “en un galope tendido” en el Campo Lisardo Gieco. Ellas abrieron la última noche festivalera, donde mostraron al público su habilidad, el pique corto y las destrezas en las pruebas de rienda.

La muestra en el dominio y estilo del jinete sobre caballos entrenados para sortear barriles estuvo a cargo de Patricia Weigandt de Caseros, Romina Frank y Verónica Lorenzón de Crespo y Martina Sánchez de Gilbert.

“Hicimos una demostración de prueba de rienda de dos rondas. Consistió en seis tambores ubicados cada diez metros, a los que fuimos ida y vuelta enhebrando, correr la recta y la que llegó primera fue la ganadora”, señaló Martina Sánchez siendo la voz que represento a las jinetes.

Esta joven de la localidad de Gilbert con apenas 17 años comentó que “empecé a andar a caballo a los seis y comencé en  prueba de rienda hace más de 12 o 13 años, inicié en una petiza tobiana. Hoy competí en mi caballo, una tobiana colorada mestiza, que la crie guacha y la hice amansar. Le tengo un cariño enorme, se llama La Cautiva”.

La jinete explicó que comenzó a competir en pruebas de riendas por un vecino que lo hacía y la invitó a participar en una jineteada. En su primera competencia ganó y desde ese día participó en distintos lugares de la provincia y la región.