Estos jóvenes son de San Benito y desde la panza de su mamá recorren los festivales y fiestas populares. El amor por la música, y la defensa de la cultura y la tradición entrerriana son parte importante de su historia familiar. Hoy, ellos también son protagonistas de las 52° ediciones del Festival de Jineteada y Folclore de Diamante.

De oficio payador

“Tengo 11 años de carrera. Arranqué desde muy pequeño, ya a los 3 jugaba con una guitarrita y a los 6 fue mi primer escenario. Así, de a poquito, se me va cumpliendo el sueño de ser payador”, comentó Juan Cruz, el joven puntero que forma parte del equipo del Mangrullo “Don Rafael Bueno”.

“Hace un puñado de años que venimos, prácticamente me crié en el festival, porque desde pequeño que andamos acompañando a mi padre que era uno de los camarógrafos y fotógrafos en el campo”, recordó.

Juan Cruz ha participado de otros festivales importantes en distintos puntos de Argentina y de países vecinos, como Jesús María en 2018 y 2019; en el Club Colón de San Justo de Santa Fe en 2021; en  Chicoana, Salta en 2023; y también en el Padro Montevideo en la República Oriental del Uruguay, donde tuvo la oportunidad de florear y de estar de guitarrero. “Uno siente satisfacción, orgullo y emoción por llegar a semejante festival, por estar de guitarrero y acompañar a todos mis colegas ahí arriba del escenario, y más en mi provincia de Entre Ríos, a la cual aprecio y llevo a cada lugar que voy. Orgulloso de ser entrerriano”, expresó.

“Yo floreo y hago los punteos, pero me gusta mucho más florear y cantar algún que otro verso para toda la paisanada, al potro, al tropillero, al apadrinador, al palenquero, al jurado; y al público, que es la familia grande que uno tiene y que ha cosechado año a año de andar en las jineteadas. Uno es muy agradecido también, porque nosotros los payadores somos las voces de los que no tienen voz, dijera un gran amigo”, agregó.

“Es un agrado, una satisfacción enorme que toda la comisión y la organización me tenga en cuenta para este festival. Estoy muy agradecido y contentísimo; y también agradezco a los colegas por las referencias. Esto prácticamente viene a ser como otra casa para nosotros”,  concluyó.

Pasión por lo que uno hace

“Lolo” comenzó sus primeros pasos como fotógrafo a los 8 años. Desde chico fue adquiriendo el amor a la cámara, debutó a los 12 años cubriendo su primer evento junto a su mamá, y se recibió a los 15.

“Desde muy pequeño ya íbamos recorriendo con mi viejo los festivales, sacando fotos desde afuera.  Hasta que un día me dijo ya es hora de que aprendas cómo tenés que manejarte acá adentro sacando fotos, porque es una responsabilidad muy grande; y a los 14 me cedió su lugar. Desde ahí empecé a ser el fotógrafo del festival y hoy estoy muy contente de seguir siéndolo”, recordó el joven.

El equipo familiar se completaba con su mamá y su hermana, que también fotografiaban, filmaban, e imprimían las fotos en las jineteadas y desfiles.  “Para mí el festival de Diamante es algo muy bonito, muy esperado durante todo el año. Estar adentro del campo es algo inexplicable.  Por ahí cuando uno es chico, con la inocencia no se da cuenta, y ahora más grande entiendo el lugar en el que estoy, Soy el fotógrafo más joven que ha pisado el festival de Diamante y eso es un orgullo muy grande. Estoy muy agradecido con los organizadores y con el intendente”,  remarcó.

También participa de otros festivales como fotógrafo, y en algunas  ocasiones acompaña a su hermano Juan Cruz con la guitarra mientras florea la jineteada.

“Haciendo mi trabajo siento una adrenalina, es inexplicable. Hay que estar muy atento, y tener cuidado con los apadrinadores,  con los muchachos que acarrean, con el jurado, porque ellos también están trabajando y no hay que estorbar. También hay escuchar lo que dice al capataz y tener mucho oído porque por ahí puede andar un caballo suelto. Además, están los otros fotógrafos, uno tiene que hacer su trabajo y no quedarse quieto, estar en movimiento buscando el lugar perfecto, y a la vez no molestar”, precisó.

“Lo que más me gusta es el cálido cariño que me brinda la gente. Eso a uno lo pone contento y sabe que está haciendo las cosas bien”, reflexionó.